jueves, 6 de octubre de 2011

NOTICIA DEL COMERCIO

Varios surfistas rescatan a catorce bañistas en apuros en San Lorenzo

Sin indicaciones sobre el estado de la mar, sin salvamento y con las playas llenas de bañistas ansiosos de sol después de un verano más bien templado. Los ingredientes perfectos para que, tal y como sucedió ayer, con olas de dos metros y corrientes marinas, más de un bañista se viera realmente en apuros. 
Todas esas circunstancias convirtieron ayer en héroes a un grupo de surfistas. En total, sacaron del agua a catorce personas -cuatro de ellas con serias dificultades para alcanzar la orilla- ante numerosos testigos que, impotentes, presenciaron un goteo de rescates a lo largo de toda la tarde. Un joven de nacionalidad ucraniana llegó incluso a tragar abundante agua y tuvo que recibir primeros auxilios. 
Uno de los deportistas que intervino en el rescate, Nacho Béjar, relató ayer a EL COMERCIO que los problemas comenzaron hacia las seis de la tarde «cuando empezó la resaca». A esa hora, a la altura del Piles, un grupo de unas treinta personas se estaba bañando cuando las corrientes comenzaron a dificultarles la salida. Diez de ellas tuvieron que ser ayudadas por los surfistas, que con sus tablas se acercaron hasta ellas y las trasladaron hasta la orilla. 
«La mar seguía picada y hubo un momento en que apenas había gente en el agua. Yo entré, surfeé y cuando ya me estaba cambiando un señor se me acercó y me pidió que me tirara al agua para ayudar a unas personas que nadaban contracorriente a la altura de la 12». Nacho Béjar, socorrista de formación, no lo dudó y regresó al agua con su tabla: «Había otros tres compañeros con corcho (tabla de bodyboard) que ya estaban ayudando a otros tantos chicos. Tendrían veinte años y estaban muy asustados. Uno de ellos salió mareado. Yo creo que si no estamos allí, alguno se ahoga porque eran incapaces de salir». 
En ese momento el helicóptero de Salvamento Marítimo ya había sido avisado y llegó hasta la playa San Lorenzo, pero no fue necesaria su intervención. Tampoco la de los bomberos que se trasladaron al lugar. Al final todo quedó en un susto. El problema, indica Béjar, «es que mañana (por hoy) hará bueno y de nuevo en la playa no habrá servicio de salvamento».